martes, 4 de febrero de 2014

¿Qué se le puede pedir a la vida?



Sinopsis:

Javier Urra nos ofrece en este libro una serie de emotivas palabras, historias, leyendas, referencias, ideas, que son muestra de la vida vivida, de la vida buscada, y establece con el lector una conversación sincera y sencilla que apela directamente a la búsqueda de las fuerzas y de las razones para vivir, porque sólo disfrutaremos de nuestra existencia si somos capaces de contemplar el paso del tiempo como un regalo y de asumir los días como una oportunidad de reinventarnos y de sonreír.
Es un libro gratificante y revelador que cuestiona nuestra capacidad para aventurarnos, para arriesgar, para apurar la existencia y descubrir qué legado dejaremos al otro y qué decisiones estamos dispuestos a tomar para conseguir lo que anhelamos todos: vivir con intensidad.


Este libro en los tiempos que estamos viviendo, en los que la palabra CRISIS está presente como el pan de cada día, nos puede servir de ayuda, mejor dicho, afirmo que NOS AYUDARÁ.

Javier Urra en el libro nos dice: vivir es siempre sobreponerse, es ir de crisis en crisis, por eso hay que echarle coraje; siempre nos cabe un esfuerzo para la reconstrucción parcial de nuestras vidas.

Del pasado debemos aprender, no lamentarnos; en todo caso, no decide nuestro futuro y de los problemas hemos de ocuparnos, no preocuparnos.
Las crisis suponen oportunidades. Al final, la inversión en el futuro se realiza en el compromiso del presente.

En la vida lo importante es avanzar y no detenerse mirando de manera continua el retrovisor. Hay que ponerle pasión a todo lo que se hace y se dice en esta vida.
El triunfo tiene muchos progenitores, pero el fracaso resulta huérfano.

En la vida hay que tener valor para levantarse y hablar, pero también para sentarse y escuchar. Hablar bien es un arte, pero escuchar también.
Si nos damos cuenta nacemos con dos ojos, dos orejas y una sola lengua. Escuchemos.

Uno de los motivos que me empujaron a llevar a cabo este blog fue leer este libro.
¿por qué no compartir lo poco que sé de la vida? ¿por qué no compartir mis aficiones, gustos, descubrimientos...?
Leí este libro y aquí estoy, no me importa el número de seguidores sino que cada persona que entre en el blog aprenda algo, reflexione, saque lo mejor de sí mismo, y a ser posible ayudar en todo lo que me sea posible.
No renunciemos a nuestros sueños. Para propiciarlos fomentemos la paciencia y fortalezcamos la constancia.
Y no olvidemos que como dice Javier: “la vida no siempre te da lo que pides (casi nunca), pero sí lo que necesitas (casi siempre).

<<La mano que te da unas rosas siempre conserva un poco de fragancia>> proverbio chino.

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