Lo prometido es deuda, y ayer os dije que no pude hacer una entrada porque estuve todo el día cambiando el look al blog, y por lo tanto lo tuve que cambiar en Facebook y en Twitter.
Por cierto, espero que os guste el nuevo cambio.
Hoy os subo una receta que seguro tendrá taaaaaanto éxito como todas las demás, yo sigo en mi línea de recetas fáciles y ricas.
Vamos a endulzarnos un poco la vida con este postre que me enseñó mi madre (una grandísima cocinera).
Las almendras laminadas que he utilizado son estas de Mercadona pero vosotros podéis poner cualquiera, subo la imagen por si hay alguien que no sepa a qué almendras me refiero.
ELABORACIÓN:
1. Ponemos la leche a calentar con la ramita de canela y la piel de la naranja o limón.
2. Mientras en un bol a parte, mezclamos las yemas con el azúcar y la maizena.
3. Cuando la leche empiece a hervir,retiramos la ramita de canela y la piel de la naranja o del limón.
Añadimos un poco de la mezcla del bol a la leche, removemos y añadimos el resto de la mezcla hasta que espese y lo dejamos enfriar.
4. Lo ponemos en una bandeja amplia para que enfrie.
5. Cuando esté fría la tapamos con papel film por encima.
6. Echamos harina en la mesa y ponemos una plancha de hojaldre, y repartimos la crema.
7. Ponemos la otra plancha de hojaldre por encima y lo "cerramos" bien por los lados.
8. Para la glasa: mezclamos las claras de huevo con el azúcar glass y batimos.
9. Precalentamos el horno a 220º
10. Pintamos con una brocha el hojaldre con el glaseado y repartimos las almendras por encima.
11. Introducimos al horno, lo bajamos a 180º durante 15 minutos (cada horno es un mundo por lo tanto aconsejo que mire de vez en cuando)
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